Autor: Francisco Rey Alamillo
1. El aborto es un mal social que hay que evitar. Sin embargo, en los países en que se ha liberalizado el aborto, éstos han aumentado
2. De manera evidente revela la ciencia que desde el momento de la concepción hay una vida humana nueva. La legislación no puede desconocer la realidad de la existencia de vida humana en su etapa de gestación. Da igual que esa vida se elimine en la cuarta semana o en la decimocuarta; la víctima es un miembro de nuestra especie, y lo ha sido desde el principio. ¿Cómo es posible que el llamado "nasciturus", pasado un minuto del plazo previsto - diferente además en cada país- ya no sea material biológico descchable? ¿Cómo es posible que, matándolo nacido, sea un crimen y, matándolo antes de nacer sea un aborto?.
3. En la base de todos los derechos está el derecho a vivir. Es necesario una defensa honrada de los derechos humanos. Oponerse al aborto por razones morales y oponerse, asimismo, a todo atentado a la vida desde un planteamiento global y no sectario: guerra del hambre, robo al Tercer Mundo, armamentismo, analfabetismo, tortura, pena de muerte, destrucción del entorno, eutanasia, etc., es decir, a toda explotación del hombre sobre el hombre y a todo tipo de violencia individual, colectiva, o estructural.
4. El aborto es violencia contra la mujer, justificada, eso sí, con la ideología del género que pretende defenderla. Hay una falsa apología que supone identificar la liberación de la mujer, el "progreso" y la democracia con el no a la vida y que convierte el derecho a nacer de los más pobres en un negocio regido por el consenso social, de carácter convencional.
Detrás de un aborto siempre hay dos víctimas: la primera el no-nacido que muere y la segunda la madre, pues no conocemos a ninguna mujer que haya realizado un aborto provocado y no lo recuerde como un hecho traumático, depresivo y altamente estresante. El aborto es siempre un crimen contra el no-nacido, pero también es una agresión contra la mujer, sobre todo la mujer empobrecida. Matar niñas por aborto selectivo es un genocidio alarmante en la India y China.
5. Es una forma más de machismo y de explotación laboral que sufren especialmente los más pobres. El 78 % de los abortos a nivel mundial lo sufren los países empobrecidos.
Países presionados por organismos internacionales que a cambio de ayudas se les exige una legislación favorable al aborto. España la mitad de las mujeres que se ven obligadas a abortar son inmigrantes, presionadas por motivos laborales en un 73% y en un 93% por sus parejas, lo que demuestra que el aborto es una forma más de machismo y de explotación.
6. "Ni los pueblos deben hacer revoluciones ni las mujeres deben parir". Regímenes totalitarios (Hitler, Stalin....) democracias formales (Giscard d'Estaing. Kohl... ) instituciones financieras (Banco Mundial, Fundación Rockefeller...) en diversas épocas se han hecho eco de este grito para su legitimación. Estamos en realidad ante una conjura contra la vida, en una guerra de poderosos contra débiles. Se ataca con inmensa cobardía los seres humanos más pobres y más indefensos. La guerra actual es la de la culture de la muerte contra la cultura de la vida.
7. El aborto es un método de explotación capitalista. Supone la dominación de un ser humano más fuerte sobre otro más débil. Supone considerar al propio hijo como una propiedad más de la que me puedo deshacer. La sociedad capitalista impone el aborto y esclaviza a la mujer. Defender el aborto es asumir plenamente el espíritu capitalista más salvaje. Debemos ser conscientes de que se trata de una estrategia internacional impulsada y apoyada por poderosos lobbies económicos del sistema capitalista neoliberal como las Fundaciones Bill Gate, Rockefeller, Ford, etc..
8. La verdadera riqueza de los pueblos es su población, así lo ha ido demostrando la historia; las familias pobres saben que el número de hijos es su sostén económico y social, es un factor de riqueza crucial para que estos países puedan liberarse de la opresión a la que les someten los países enriquecidos. La "Salud Reproductiva" (aborto, esterilizaciones) es uno de los instrumentos que la ONU escogió, dentro del 5° Objetivo del Milenio, para "reducir a la mitad las personas que padezcan hambre para el 2015". Se trataba de hacer creer a la sociedad que la ONU está comprometida en la lucha contra la pobreza, pero en realidad supone una vuelta de tuerca más en el método imperialista de control poblacional, para asegurar así la continuidad del orden económico y político actual.
9. Es impropio de la sensibilidad de izquierdas olvidar a los débiles y desamparados. La característica tradicional de la izquierda ha sido su protección a los desvalidos, los débiles y los pobres... El niño no nacido es el ser humano más desvalido, aún más necesitado de protección que el campesino pobre que no es dueño de la tierra que cultiva o el enfermo mental. El verdadero grado de civilización de una nación se mide por cómo se protege a los más débiles y necesitados. Ya en 1868 el periódico sufragista "la revolución", recogía numerosos testimonios de luchadoras que consideraban el aborto como un infanticidio y declaraban: "Cuando consideramos que las mujeres son tratadas como propiedad, es degradante para las mujeres que tratemos a los hijos como una propiedad que se puede desechar como queramos". La izquierda oficial y progresista ha traicionado los valores solidarios del movimiento obrero.
10. Por una defensa honrada de los derechos humanos: si a la vida. Levantamos el grito de NO MATARÁS. Toda vida humana es sagrada. Por fidelidad a la historia. Optamos: por la vida y defendemos los valores de las luchas emancipadoras de los pobres de los siglos XIX y XX: Justicia, Autogestión, Promoción, Solidaridad de la mujer y del hombre en toda su integridad. Luchamos contra toda explotación del hombre sobre el hombre, del imperialismo sobre los pueblos. Defendemos que la propiedad no es para nadie un derecho absoluto. Nos comprometemos en defensa de los más débiles y por una cultura de solidaridad universal frente a los individualismos , y nacionalismos imperantes. Por solidaridad con los pobres de la tierra luchamos por un cambio profundo de estructuras y por un cambio revolucionario de la conciencia y del corazón del hombre.
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