BURGOS, TIERRA DE HOSPITALIDAD

BURGOS, CUNA DE LOS DERECHOS HUMANOS (V)




BURGOS, TIERRA DE HOSPITALIDAD

El Camino de Santiago dio a Burgos un espíritu europeísta e imprimió en la ciudad la virtud de la hospitalidad. Burgos siempre ha tenido fama de ser acogedora y hospitalaria con los de fuera. La virtud de acogida a extranjeros la enriqueció, haciendo de la capital de Castilla una gran ciudad de inmensa belleza. Después de Compostela, Burgos sería la ciudad más esperada. Todas las instituciones religiosas, incluida la Catedral, giraban en torno a los peregrinos. Además, sus 35 hospitales convirtieron a Burgos en la ciudad más hospitalaria de toda Europa.

Según el historiador Vázquez de Parga, uno de los grandes estudiosos del Camino de Santiago, en los siglos XII y XIII el número de peregrinos no era inferior a 200.000 al año. Los peregrinos europeos, desarraigados de su tierra, frágiles e indefensos, enfermos, encontraban la hospitalidad de las gentes sencillas de aquí. En la gran guía de los viajeros medievales escrita a mediados del siglo XII, el “Liber Sancti Jacobi” se dice: “Los peregrinos, tanto pobres como ricos, han de ser caritativamente recibidos… pues quien quiera que los reciba y diligentemente los hospede, no sólo tendrá como huésped a Santiago, sino al mismo Señor, según sus mismas palabras al decir en el Evangelio: “El que os reciba a vosotros, me recibe a mi”.


A finales del siglo XIII la población tuvo un crecimiento demográfico y llegó a unos 7.000 habitantes, donde más de un 20% eran emigrantes, llegando ideas y productos traídos por los forasteros, francos, judíos o mozárabes, y una nueva diversificación de actividades económicas que dieron nuevos aires a la ciudad; ello permitió un florecimiento de una actividad comercial sin precedentes.


EL HOSPITAL DEL REY FUE EL MAS PRESTIGIOSO DEL CAMINO


El Hospital del Rey fue fundado por Alfonso VIII, el rey “burgalés” y su esposa de origen extranjero, doña Leonor de Plantagenet o Leonor de Inglaterra, hermana de Ricardo Corazón de León. La Reina fue protectora de maestros canteros e impulsora del Camino de Santiago. Su abuelo, Guillermo el Aquitano, había muerto de agotamiento, tras concluir su peregrinaje, abrazado a la imagen del apóstol. Lo fundó con el expreso deseo de acoger peregrinos, pobres y enfermos, que fueran o vinieran a Santiago de Compostela.


San Amaro fue un peregrino francés que de vuelta de Compostela decidió quedarse en Burgos. Recibía a los pobres peregrinos en este Hospital del Rey con fraternal cariño, les lavaba los pies, los servía en la mesa, asistía a los enfermos y aun salía a los caminos de donde los traía sobre sus hombros. Fue enterrado en olor de santidad delante de la Puerta de los Romeros. A finales del siglo XV llegaron a contarse 32 hospitales de peregrinos en la ciudad, lo que hace que santa Teresa de Jesús en su Libro de Las Fundaciones elogie a Burgos como hospitalaria. El Hospital del Rey de Burgos fue el más grande, el mejor dotado y el de mejores prestaciones asistenciales de todo el Camino de Santiago en la Edad Media. En él se podía “comer y beber hasta la saciedad”. No había otro igual. En la Puerta de Romeros del Hospital hay una figura de Santiago con un libro en la mano con este mensaje: ”Feliz aquél que se muestra solidario con los necesitados y los pobres, porque en los días malos obtendrá su recompensa”.


EL PATRÓN DE BURGOS UN PEREGRINO EXTRANJERO

San Lesmes (1035,1097), fue un monje benedictino francés que llegó como peregrino a Burgos y trabajó para dignificar las vidas de los pobres y enfermos. Destacó y fue reconocido por su asesoramiento en obras de saneamiento y encauzamiento del río, aprovechando sus conocimientos de su etapa militar, que evitaron la peste y las inundaciones que sufría periódicamente Burgos. Eliminó las zonas pantanosas para facilitar el tránsito a los peregrinos. En el año 2022 celebraremos el 925 aniversario de su muerte.


LA CATEDRAL DE BURGOS EMBELLECIDA POR EXTRANJEROS

Don Mauricio, jurista y obispo de Burgos, de origen extranjero, es conocido en la historia por haber sido el fundador de la actual Catedral. Fue nombrado jefe de una delegación que debía acompañar la princesa alemana Beatriz de Hohenstaufen, la prometida del rey Fernando III, desde Suabia hasta la capital burgalesa. En 1219 la joven pareja contrajo matrimonio en la catedral románica. (Beatriz de Suabia, de exquisita formación y cultura, será quien eduque y más influya en la vida de su hijo Alfonso X el Sabio). A partir de entonces, tanto el rey como el obispo, maravillados por las esbeltas construcciones góticas que habían conocido en su viaje por Francia, relanzaron el proyecto de dotar a Burgos de una nueva catedral de estilo gótico. En esta ingente construcción intervinieron numerosos arquitectos, escultores, vidrieros y orfebres extranjeros (franceses, germanos, flamencos, etc.). El elemento más destacable del exterior de la Catedral de Burgos es la Puerta del Sarmental construida por artistas extranjeros, probablemente procedentes de Amiens y de Reims.

El obispo Alonso de Cartagena, de familia judeoconversa, en su viaje al Concilio de Basilea conocerá a un artista extranjero alemán, Juan o Hans de Colonia, y lo traerá a Burgos para embellecer la Catedral, construyendo las famosas agujas que rematan las torres de estilo gótico flamígero germánico. Su hijo Simón de Colonia, dirigirá la construcción de la Capilla de los Condestables, una catedral dentro de la catedral.

En 1498 realizaba el Camino de Santiago un joven francés de unos 23 años cuando se detuvo en Burgos. Este joven será posteriormente conocido como Felipe de Bigarny o Felipe de Borgoña. Le encargaron los relieves centrales del Trasaltar de la Catedral, tres joyas de arte en piedra realizadas con gran éxito. Consiguió un gran prestigio y se convirtió en el maestro de escultura y talla de la Catedral de Burgos y llegaría a ser uno de los más insignes escultores del Renacimiento español. También otro extranjero alemán Fadrique de Basilea se vino a Burgos a ejercer el oficio de impresor instalándose muy cerca de la Catedral.


DERECHO DEL PEREGRINO Y DEBER DE HOSPITALIDAD

El Fuero Real recogía el derecho del peregrino a circular libremente por todo el Reino. El robo al peregrino se castigaba con la excomunión desde 1123. La peregrinación jacobea dará lugar a una especie de derecho internacional protector del peregrino. El burgalés Francisco de Vitoria, padre del derecho internacional, defendió el derecho de las gentes a entablar relación, y para ello moverse libremente por el mundo, con la sola cautela de no causar daño a pobladores previos.

En nuestro mundo se permite el libre movimiento de capitales, mercancías, servicios e incluso armamento, y sin embargo no se permite el tránsito de personas que huyen de la opresión, del hambre o la miseria. Se cumplen 30 años de la primera muerte documentada de un inmigrante en el paso del Estrecho de Gibraltar. Aparecía en la playa de “Los Lances”. El Mediterráneo occidental empezaba a sumar muertos de las pateras y así sigue, sin parar, hasta hoy. Nuestras comunidades deben responder hoy “a los signos de los tiempos”. Por ello se vienen realizando en Burgos una vez al mes junto al Auditorio de la Evolución (antiguo convento de San Pablo), un gesto llamado “Círculo del Silencio” en defensa de la dignidad humana, en defensa de los derechos de inmigrantes y refugiados. Precisamente en el mismo lugar en donde nacieron las Leyes de Burgos y se tomaron decisiones trascendentales para la humanidad. Debemos ser conscientes de que las violaciones de los derechos humanos de hoy, son los movimientos de refugiados y emigrantes de mañana. Hagamos que nuestra Tierra siga siendo una tierra de acogida y hospitalidad y unamos fuerzas para que la sociedad trabaje por la plena integración de estas personas y la defensa de sus derechos. Ser migrante es un derecho; la hospitalidad un deber.

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