¿RECIBIR LA RBU TE LLEVA A DEJAR DE TRABAJAR?

La mención al problema de la incompatibilidad de la RBU con otras rentas también es especialmente sorprendente, la enumeran en la lista de problemas de incentivos, cuando precisamente la RB defiende lo contrario y para los “trabajistas” debería ser un argumento favorable. Desde luego no parece que hayan tenido constancia de las trampas de la pobreza que suponen los sistemas de rentas condicionados a no trabajar, aunque sea a tiempo parcial o temporalmente, o con tasas de imposición marginal de los nuevos ingresos generados cercanas al 90% como el caso de la renta garantizada de ingresos de Euskadi. 
Ellos citan Finlandia y Holanda como únicos experimentos, olvidándose de los que se hicieron hace cincuenta años en EEUU y Canadá, o los más recientes en la India, en Namibia, en Irán, en Kenia, en California, o los experimentos naturales de las loterías con sueldo para toda la vida de Bélgica, o los de algunas tribus indias norteamericanas que reciben ingresos extraordinarios por la explotación de licencias de casinos y los reparten como RB, o el fondo permanente de Alaska… — donde no se ha visto en ningún caso que se reduzca —al menos de manera significativa— la oferta efectiva de trabajo, ni que crezca el desempleo estructural, ni que se desactive parte de la población activa, ni mucho menos que se reduzca el capital humano ni que se ahorre menos.
Diríamos que es un compendio de ideas sobre que cuando se ayuda a los pobres se vuelven vagos y se lo gastan todo en alcohol o en substancias no aconsejables. Algo muy, muy viejo. Extremadamente viejo.  Ninguna de estas aseveraciones está demostrada en estos experimentos, al contrario, lo habitual es encontrar evidencias en sentido contrario y además substanciales mejoras en salud y bienestar subjetivo, que también acaban implicando un ahorro en costes sanitarios y laborales.
Y todo esto sin tener en cuenta que están escribiendo sobre la aplicación de la RB en un país con casi el 14% de paro oficial, el 23% si contamos los desanimados y los trabajadores a tiempo parcial involuntarios. Digámoslo así: aunque alguien deje de trabajar en algún trabajo de mierda para estudiar u ocuparse de sus hijos, no se va a caer el sistema productivo, y quizás ayude a que los trabajos de mierda se paguen un poco mejor.

Algunos han reconvertido la RB en una renta condicionada en donde aparecen todos los problemas habituales de trampas de la pobreza y precariedad, burocracias fiscalizadoras, estigmatizaciones y otros costes de acceso, justamente las razones que acaban desembocando en el desastre actual del sistema de protección contra la exclusión, que cubre solo al 8% de la población en riesgo de pobreza en España.




Un reciente y exitoso experimento llevado a cabo en Finlandia ha demostrado que una renta básica universal e incondicional no sólo no desincentiva la búsqueda de empleo, sino que, además, proporciona mayor felicidad y bienestar a sus beneficiarios. Pese a ello, ningún país europeo la ha adoptado aún: una renta universal hace necesaria una reforma fiscal en profundidad para que el Estado recaude mucho más en impuestos. Todavía son escasos los países que se atreven a dar el paso.

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